Al hilo del manifiesto «Tiempo de educar» presentado por Scholaris, queremos dialogar sobre la situación de crisis que atraviesa la educación y los sistemas educativos: Las distintas leyes educativas y programas políticos no logran limar los graves problemas que percibimos desde la sociedad civil (familias, asociaciones, escuelas, etc.) y han acentuado, si cabe, la incertidumbre y precariedad en la que ya nos encontrábamos: desconfianza en las instituciones, exceso de uniformidad y burocratización, fragilidad y desamparo de las nuevas generaciones, pobreza en la transmisión cultural, ideologización, precaria formación y situación del profesorado, y un largo etcétera de preocupaciones que siguen marcando el rumbo de docentes y centros educativos.
¿Sobre qué aspectos debería consolidarse un auténtico y sólido pacto educativo? ¿Qué propuestas son capaces en este momento de proponer algo verdaderamente interesante e incisivo? ¿Qué tipo de diálogo debe existir entre el Estado y el conjunto de iniciativas y obras educativas?